Al mal tiempo... buena cara

Aquí me encuentro postrado en el sofá, con la pierna en alto, un pantalón corto y la camiseta hicimos para nuestra familia de buceadores sin fronteras cuando fuimos a visitarles a India. Mi hermano me hace compañía mientras estudia japonés con el sonido de fondo de Rancid.

A pesar de no dormir por el dolor, el ánimo mejora con el paso de las horas, los mensajes de aliento de nuestros amigos, compañeros y familiares ayudan mucho, así como la lectura de “Sonrisas de Bombay” que me está haciendo revivir sensaciones, aromas, colores y emociones. Sobre todo me está haciendo ver que Montse y yo no somos tan raros, que no solo nosotros valoramos la sonrisa de un niño muy por encima de lo material. Que como dice Jaume en su libro, nosotros podemos pintar de blanco un trocito de ese muro del mundo negro y gris. Si todos pintásemos un trocito del muro, un día nuestro mundo olvidaría por completo los grises y los negros. No es demasiado tarde, estoy seguro. No puedo mas que recomendar a todos mis amigos la lectura de Sonrisas de Bombay, tal vez solo leyéndolo se pinte un trocito del muro.

Hoy mis ánimos son mas fuertes, como me escribió en un mensaje de apoyo, Esther (mi compañera de marrones en la oficina) “cuanto mas cuesta conseguir el sueño mas se disfruta”. Así que vamos superar este pequeño escollo con toda la fuerza y el optimismo con el que hemos superado anteriores adversidades que nos ha presentado la vida, vamos a mirar al futuro con alegría, pensando que ese gran muro nos espera, que tenemos las brochas, los rodillos y la pintura preparados, que pronto empezaremos a pintar.

Mientras nos quede aire en la botella, mientras el regulador siga dándonos exhalaciones de ese aire seco, seguiremos aleteando.

Mil gracias amigos, es importantísimo saber que os tengo cerca independientemente de la distancia.


La fuerza no procede de las capacidades físicas.
Procede de una capacidad invencible.

Gandhi